Chalacos rindieron homenaje a Lavoe

No más borrones a la imagen de su amado salsero. Ayer se cumplió un año más de la lamentable muerte del 'Cantante de los cantantes', Héctor Lavoe, y los chalacos le rindieron un homenaje con música y participaron en el concurso de grafitis en su honor.


Desde muy temprano, la Región del Callao realizó el masivo concurso de grafitis, donde participaron jóvenes fans del 'Rey de la puntualidad'.
El primer lugar lo ocupó Alexis Villanueva, de la zona de Puerto Nuevo, el segundo puesto fue un empate entre Luis Romero y Williams Fernández, quienes se repartieron un premio de 3 mil soles.


En el tercer puesto se registró un triple empate con los que hicieron Abel Grillo, Luis Tapayuri y Alonso Sánchez, quienes se repartieron un premio de 2 mil soles.


"Héctor Lavoe es muy querido en el Callao, yo crecí escuchando su música", expresó Alexis Villanueva.


Cada ganador recibió de las manos de Pacho Hurtado, el doble de Lavoe, un diploma de reconocimiento

Salseros recuerdan a Héctor Lavoe tras 15 de su muerte

Ayer domingo se conmemorarón 15 años del fallecimiento del salsero puertorriqueño Héctor Lavoe, y desde ya sus colegas y familiares expresan tributos y palabras de cariño para el considerado "cantante de cantantes".

Leslie, hija del músico, aseguró a EFE que prefiere recordar a Lavoe (1946-1993) por el amor, el cariño y los consejos que les dejó a sus más cercanos.

Recordó dos consejos que su padre, cuyo verdadero nombre era Héctor Juan Pérez Martínez, le inculcó desde pequeña: "pedir la bendición y en cualquier profesión, ser lo más humilde".

Indicó que el domingo se celebrará una pequeña actividad musical en el cementerio de Ponce, ciudad al sur de Puerto Rico y lugar de nacimiento de Lavoe, donde se cantará música "del ayer" en honor al intérprete de "El Todopoderoso".

El salsero Ismael Miranda sostuvo que "definitivamente" le hace falta la presencia de su amigo, señaló que la música de ambos "no morirá" y que como Héctor no va a haber otro".

Miranda, quien compartió en innumerables ocasiones con Lavoe como miembros de las Estrellas de la Fania, dijo que cuando supo de la muerte de su compañero, sintió emociones "encontradas", pues se alegró de que muriera "porque así no sufría más" debido a su adicción a las drogas, pero se entristeció "al perder a un hermano".

Por su parte, Cheo Feliciano, quien también cayó en el uso de drogas, aunque a diferencia de Lavoe pudo rehabilitarse, dijo que aún siente "la presencia y la vibración del espíritu" del intérprete de "El cantante".

Feliciano dijo a EFE que se encontraba en Panamá cuando supo la noticia de la muerte de Lavoe.

Indicó que creyó la noticia "por la condición en que se encontraba" Lavoe y que "en algún momento iba a ocurrir", aunque le dio "un poco de alegría" al saber del fallecimiento, pues sus amigos "ya querían que descansara y estuviera en paz".

Asimismo, Luis "Perico" Ortiz, con quien Lavoe trabajó en los discos "De ti depende" (1976) y "Comedia" (1978), aún agradece la oportunidad de haberlo conocido. "La gente no lo cuidaba y le llevaban drogas de gratis. Pese a eso, dejó un gran legado musical del que la gente no habla", explica.

Lavoe murió de sida en el hospital Saint Claire de Nueva York a los 47 años el 29 de junio de 1993.

Pero antes, había intentado suicidarse en varias ocasiones vencido por las drogas y golpes anímicos como la muerte de uno de sus hijos por un disparo accidental de un amigo en 1987, el mismo año que murieron su padre y su suegra.

Ortiz recordó que cuando Lavoe cayó del noveno piso del Hotel Regency en Condado, San Juan, en 1988, fue de la habitación donde él se iba a hospedar, pero se la cedió al intérprete de "Hacha y machete" y se fue a quedarse en casa de sus padres.

La mañana siguiente, al llegar al hotel, se encontró con Johnny Pacheco y el conguero Ray Barreto y estando en el vestíbulo del hotel escucharon un estruendoso ruido.

Al salir del edificio se percataron de que Lavoe había caído y tenía el cuerpo "desbaratado", pero unos conductos del aire acondicionado amortiguaron el golpe salvándole la vida.

Según Ortiz, Lavoe cayó porque estaba alucinando y vio en el balcón del hotel a su hijo, Héctor Luis, que había muerto dos meses antes.

Homenaje a Hector Lavoe en Ecuador



Como la inolvidable canción del homenajeado Héctor Lavoe ‘Todo tiene su final’, así es, y aunque los asistentes la cantaron, la bailaron, la disfrutaron como si fuera su estreno, el entusiasmo reinante era evidencia de que nadie quería ese final a pesar que eran las 4:30 de la mañana.

Sí, cuando ya asomaba la luz del día acalló con nostalgia el trombón de Willie Colón, quien con una fuerza impresionante fue dándole paso a Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago y el claro repicar del cuatro de Yomo Toro, para despedirse al son de ‘La murga’, de una de las noches, o mejor madrugadas, más increíbles para los salseros barranquilleros.

Y es que el concierto ‘Homenaje al Cantante de los Cantantes Héctor Lavoe’ pasó a esa página inolvidable que por siempre guardarán los adoradores de este género musical en la ciudad, de los mejores, si se tiene en cuenta que por un problema en el vuelo de la All Star Puerto Rico, el espectáculo tuvo un retraso de más de cinco horas y solo empezó a la una de la madrugada.

Pero la ocasión bien valía la pena, así lo aseguró y demostró todo el tiempo Nicolás Estrada, un joven cantante de salsa en estaderos y discotecas, quien llegó a las seis de la tarde ataviado de camisa de satín rojo, con pantalón y zapatos blancos, dispuesto a ‘tirar pase’ y por supuesto cantar a la par de sus idolatradas estrellas salseras, y rendir también su homenaje al ‘Rey de la puntualidad’, aunque por esta vez fue todo lo contrario.

Para los que estuvieron allí muy cumplidos esperando casi siete horas, soportando el calor de la noche, pero que igual aprovecharon para compartir y reencontrarse con los amigos, el concierto homenaje al Cantante de los Cantantes: Héctor Lavoe fue sencillamente sensacional, un espectáculo donde las estrellas invitadas se entregaron y dieron lo que pregonaron desde el mismo momento que llegaron a la ciudad: salsa.

La presentación comenzó hora y media después de la hora pautada con un sexteto cubano, luego subió al escenario Calle Latina, con su estrella un joven cantante con el mismo timbre de voz de Héctor Lavoe, quien encendió los ánimos de más de cinco mil personas que colmaron el estadio Romelio Martínez.

Pasadas las once de la noche, el empresario Alberto Sarmiento, quien hizo las veces de presentador y animador, anunció al público los motivos del retraso. En principio hubo rechifla, pero luego todo continuó normal con música salsera de fondo. A las 12 y 15 de nuevo hubo movimiento en el escenario, allí estaban ellos, saludaron al público y pidieron paciencia.

La noche ya pasaba a madrugada y una suave brisa trajo consigo la primera descarga salsera con el señor Adalberto Santiago, era la una de la mañana y cada espacio del estadio de pronto se vio convertido en el más grande estadero de gente sonriente bailando y pidiendo canciones de su extenso repertorio. En medio del goce dio paso a Yomo Toro, quien subió la temperatura con su templado y afinado cuatro.

El espectáculo continuó con el anuncio de que llegaba ‘El niño bonito de la salsa’, Ismael Miranda, y el trance fue total cuando escoge para empezar su presentación nada menos que ‘Todopoderoso’ y otros más como el bolero ‘Amor de la calle’, mientras el público lo animaba con ‘Caretas’ y luego con ‘María Luisa’.

Salsa era lo que se quería y esa sonaba a los cuatro vientos, sobre todo cuando aparece Andy Montañez y reafirma más el homenaje a Lavoe con una impecable interpretació n de ‘El cantante’ y ‘Periódico de ayer’. El artista mostró que sigue siendo un showman y un gran bailarín y como en sus años mozos dió clase junto a una pareja de salseros y luego se despidió con uno de sus grandes éxitos ‘Un verano en Nueva York’.

Luego, otro amigo de Lavoe y miembro de la Fania, Cheo Feliciano, continuó con el concierto interpretando ‘Anacaona’, con lo cual estalló de alegría a los que resistieron la larga noche para ver a estas estrellas de la salsa. Por supuesto que en su repertorio estuvo un bolero para descansar un poco, pero el público lo animaba y decía “el ratón, el ratón”, y enseguida los complació, como también se refirió en términos muy afectuosos a su amigo Héctor Lavoe y dejó escapar con todo el sentimiento una majestuosa interpretació n de ‘Todo tiene su final’.

Con su ‘familia’ entre los saludos, Cheo Feliciano le dio el turno a quien fuera la mano derecha de Lavoe, Willie Colón, y su inseparable trombón para empezar con ‘Juanito Alimaña’. Eran las cuatro de la mañana y la verdad, quienes estaban en el estadio no tenían ninguna intención de irse.

“Yo sé que Héctor está aquí con nosotros mirándonos esta noche o esta mañana. Para no-sotros y sé que para ustedes esto es algo grande, por eso sigamos la fiesta, esto es para ustedes”, dijo Colón, mientras pedía aplausos y saludaba al maestro Yomo Toro.

Eran muchos temas que gritaba el público, pero Colón se decidió por recordar la historia de ‘El gran varón’ y un gran remate con ‘Idilio’, en el que hubo un bello concierto de cinco trombones dirigidos por el maestro Isidro Infante de la All Star Puerto Rico, que según los salseros de la noche fue el mejor regalo para los sentidos.

Sin duda, las ocasiones en que han tocado juntos en la Fania All Star son muchas. No las recuerdan con exactitud. Lo que nunca olvidan Willie Colón, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Andy Montañez y Yomo Toro es la amistad que tuvieron con Héctor Lavoe, ‘El cantante de los cantantes’, fallecido el 29 de junio de 1993, así se vio en cada una de sus presentaciones, las que estuvieron acompañadas de videos en unas pantallas donde se pasaban momentos importantes en la vida de todos ellos.

Finalmente, todos los artistas presentes en el espectáculo se unieron con ‘La murga’, donde los cantantes tuvieron la oportunidad de improvisar y Colón se juntó con los otros tres trombonistas, para culminar así una inigualable presentación que sobrepasó las cuatro horas y tiene hoy a todos los salseros alienados y felices de poder ver, cantar y bailar con sus estrellas de siempre.



Reportaje 2:

El estallido de una turbina en el avión que traía a los músicos atrasó el espectáculo programado para la noche del sábado en el estadio Romelio Martínez.

Los barranquilleros demostraron que son el público más fiel, paciente y tolerante que tiene la salsa, no solo en el país sino en Latinoamérica.

La prueba la dieron la noche del sábado durante el concierto 'Tributo a Héctor Lavoe, tour suramérica 2008', que se celebró en el estadio 'Romelio Martínez' con la participación de las rutilantes estrellas salseras Willie Colón, Cheo Feliciano, Andy Montañez, Ismael Miranda, Yomo Toro y Adalberto Santiago, acompañados por la orquesta All Star de Puerto Rico bajo la conducción del pianista Isidro Infante.

El evento fue anunciado para las 7 de la noche del sábado, pero solo comenzó a la una de la madrugada del domingo debido a un retraso en el vuelo que debía traer desde Guayaquil (Ecuador) a Infante y los miembros de la orquesta.

Según explicó Alberto Sarmiento, el empresario responsable del espectáculo, los músicos no llegaron a tiempo debido a que en la mañana del sábado, cuando los artistas se encontraban a bordo de un avión listos para viajar a Barranquilla, estalló una turbina de la aeronave que trastocó el viaje.

"Tuvieron que aguardar un largo rato y abordar otro avión, luego esperar un nuevo plan de vuelo. Pero solo pudieron hacer conexión con Panamá y de allí a Cartagena. A Barranquilla llegaron por tierra con el enorme retraso", precisó el productor del evento.

El escenario estaba colmado desde las 4 de la tarde por unas 15 mil personas, que se hicieron presentes para admirar, aplaudir y bailar a sus ídolos musicales de todos los tiempos.

La angustiante espera, no obstante, no alteró el ánimo de la gente que supo comprender las explicaciones dadas por Sarmiento.

En eventos similares, particularmente los que presentan a artistas del ritmo vallenato, una situación de estas características hubiese generado protestas y desmanes por parte del público, tal como ha sucedido en varias oportunidades.

"Gracias a Dios contamos con un público maduro, tranquilo y consecuente, para el que valió la pena esperar y disfrutar de un show que estaba garantizado", manifestó por su parte Jesús Anturi, encargado de las comunicaciones del evento.

En efecto, la gente aguardó pacientemente la llegada de los músicos disfrutando videos de Héctor Lavoe presentados en dos pantallas gigantes ubicadas a lado y lado del escenario central.

El concierto arrancó a la una de la madrugada con la presentación de Adalberto Santiago, el sonero puertorriqueño que hizo época al lado del inolvidable Ray Barreto, y quien fue recibido con una atronadora ovación.

Aléjate de mi, La noche más linda del mundo, Quítate la máscara, éxitos con los que ha brillado en el ambiente musical salsero, abrieron su show.

Luego siguió Ismael Miranda, el catalogado 'Niño bonito de la salsa', que interpretó el primer disco homenaje a Héctor Lavoe: Vamos a reir un poco.

Andy Montañez, uno de los soneros duros del salserísimo ritmo afroantillano, saltó al escenario con El Cantante, el clásico que el panameño Rubén Blade compuso en honor a Lavoe.

El ex Gran Combo, ídolo indiscutible de los barranquilleros, se echó al público al bolsillo con Periódico de ayer, también de Lavoe, y remató su actuación con otro clásico, Un verano en Nueva York, que puso a delirar a los asistentes.

Cheo Feliciano, otro de los consentidos de los salseros de la ciudad, presentó con su acostumbrada cadencia, Anacaona, Todo tiene su final, Periódico de ayer ( ambas de Lavoe) y su éxito El Ratón.

"Ustedes han sido muy benévolos por esperar tan pacientemente y sin sobresaltos esta tardanza involuntaria. Les agradezco y los considero como el mejor público salsero que he visto", manifestó el llamado 'Niño mimado de Puerto Rico'.

El espectáculo lo cerró a las 3 de la madrugada Willie Colón, otro de los íconos más admirados de la salsa.

Juanita Alimaña, de Lavoe, y el cubano Idilio, estuvieron en su repertorio. A esa hora y a pesar de la demora, el público seguía bailando y gozando. Vale destacar que la presentación de cada uno de estos soneros estuvo acompañada por Yomo Toro, el afamado músico puertorrirqueño quien mostró sus habilidades con las cuerdas del Cuatro, el instrumento típico por excelencia del folclor musical de la Isla del encanto.

Barranquilla reeditó ayer sus blasones de capital salsera de Colombia, no solo por el respaldo al evento sino por el compartimiento de la gente. Fue la primera ciudad del país por la que se inició el 'Tour suramérica en homenaje a Héctor Lavoe', que llegará a Bogotá en septiembre próximo dijeron los promotores.

Preambulos del Homenaje en Barranquilla


Ismael Miranda y Adalberto Santiago aseguran que además del tributo que le rendirán esta noche a su inolvidable amigo de la Fania All Star, Héctor Lavoe, el concierto en el Romelio Martínez será el reencuentro con los salseros de Barranquilla que a lo largo de varias décadas han seguido su carrera musical.

"La gente de allí es muy cálida, siempre nos recibe con los brazos abiertos. El que me hayan invitado a este tributo y hacerlo en Barranquilla es bastante emocionante" , expresó Santiago en entrevista telefónica para EL HERALDO desde Nueva York.

Entre sus temas más sonados se destacan `Se traba', Arrepiéntete' , `Amalia Batista', `La máscara', `Vigilándote' , `Yo tenía una mujer', `La noche más linda'. En la actualidad, Santiago está trabajando como solista entre Puerto Rico y Nueva York.

De Lavoe guarda muchas anécdotas, pero dice que recuerda con cariño cuando salió de la orquesta de Willie Colón y él lo llamó para que hiciera parte de `La Típica 73', una de las orquestas más creativas de Nueva York.

"Tuve el honor de aconsejarlo y de darle trabajo. Para mí fue un placer hacerlo porque además de ser buena gente, era un excelente músico", dijo Santiago.

De la nueva ola de compositores y cantantes salseros, dice que si bien es una nueva forma de cultivar este ritmo, les falta un poquito de sabor y de picante.

"Salen cosas, pero la gente compara y cuando viene a ver vuelve pa'atrás, hacia nosotros", asegura, cuando se le pregunta en dónde radica el éxito que han tenido artistas como Willie Colón, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Yomo Toro y Andy Montañez, quienes esta noche se presentarán con el acompañamiento de la All Star de Puerto Rico, bajo la dirección del maestro Isidro Infante.

Para Ismael Miranda, `el niño bonito de la salsa', como lo bautizaron cuando ingresó a las Estrellas de la Fania y el mismo de éxitos musicales como `María Luisa', `Manuela', `Cipriano Armenteros' y `No me digas', es un honor regresar a una tierra salsera como Barranquilla.

"Me encanta llegar a esta ciudad donde hace muchos años perdí el contacto con su gente que es maravillosa y con la que compartiré parte de mi repertorio, incluyendo el más reciente trabajo lanzado en febrero pasado", sostuvo, en diálogo telefónico con esta periodista.

Miranda, con 41 años de trayectoria musical, sostiene que el retiro no está en sus planes. "Habrá Ismael para rato", dice tajante, quien de manera permanente habla con Adalberto Santiago, Cheo Feliciano y Roberto Roena, entre otros.

De Héctor Lavoe, uno de sus mejores amigos, dice que era un ser humano maravilloso. "Lástima que haya muerto tan pronto".

Barranquilla tiene el honor de ser la única ciudad de Colombia en ser incluida en la gira mundial `Tributo a Héctor Lavoe' en sus 15 años de fallecido. De ahí que Nueva York, Miami, Los Ángeles, San Juan de Puerto Rico y Quito ya hayan disfrutado de este menú salsero del que hacen parte otras estrellas como:

Willie Colón: trombonista, compositor e intérprete de salsa. Uno de los pioneros en difundir la música latinoamericana en el mundo. A los 16 años, junto con Héctor Lavoe, grabó su primer disco, titulado `El malo'.

Cheo Feliciano: su aparición como intérprete en el mundo de la salsa comenzó en el Sexteto de Joe Cuba, donde participó como vocalista luego de haber incursionado en otras orquestas como percusionista. Con un estilo romántico y de algo de bolero, la voz de Cheo se ha consolidado a través de los años como una interpretació n única y auténtica.

Yomo Toro: especialista del cuatro y la guitarra. Además grabó 20 discos como solista y en colaboración con otros músicos. Después de acompañar al Trío Los Panchos trabajó con el sello Fania, en donde también se vinculó a la Fania All Stars.

Andy Montañez: después de más de cuatro décadas de carrera musical, se ha consolidado como uno de los herederos de la tradición de la salsa. Inició su carrera en el Gran Combo de Puerto Rico, en la que marcó 15 años de éxitos con 37 discos grabados.

Isidro Infante: uno de los arreglistas más solicitados de la salsa, compositor, productor y pianista, ha trabajado con artistas de la talla de Tito Puente, Celia Cruz, Héctor Lavoe, Ismael Rivera, Johnny Pacheco, Willie Colón, Óscar De León y muchas otras leyendas de la música latina.



Barranquilla recuerda a Héctor Lavoe


Las leyendas de la salsa Willie Colón, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Andy Montañez, Adalberto Santiago y Yomo Toro ofrecerán mañana un concierto en homenaje a ‘El cantante de los cantantes’, a partir de las seis de la tarde en el estadio Romelio Martínez de Barranquilla.

Bajo la dirección musical de Isidro Infante de la Orquesta All Star de Puerto Rico, los grandes de la salsa interpretarán los más grandes éxitos de Héctor Lavoe.

El tributo a Héctor Lavoe en Barranquilla, un superconcierto que se ha denominado ‘Héctor Lavoe World Tour’ y que se ha presentado también en Miami, New York y San Juan de Puerto Rico, marca el inicio de una gira por Colombia y Latinoamérica.

Desde que Willie Colón debutó a los 17 años con el álbum ‘El malo’, no ha dejado de producir éxitos, en solitario o en compañía de grandes estrellas de la música como Héctor Lavoe, Celia Cruz o Rubén Blades. Mientras que Feliciano ha formado parte de las orquestas de Tito Rodríguez y de Eddie Palmieri, además de haber pertenecido a la Fania All Stars, que lo catapultó como uno de los cantantes insignes del género tropical.

Miranda, también conocido como ‘El niño bonito de la salsa’, saltó a la fama también a los 17 años con el tema ‘Rumbón melón’. Luego de pertenecer a la orquesta de Larry Harlow y de su recorrido con Fania All Stars, el músico puertorriqueñ o formó su propia banda.

Homenaje a Hector Lavoe en Ecuador




Reportaje 1:
Un coliseo totalmente lleno, con cerca de once mil personas, recibió en medio de ovaciones, baile y aplausos a los salseros Andy Montañez, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Willie Colón y Yomo Toro, quienes ofrecieron un show en tributo al desaparecido Héctor Lavoe.

Ocho y treinta marcaba el reloj cuando aparecieron los presentadores Marcelo Cornejo y Tabata Gálvez (RTS), Lidya Ronquillo (radio Rumba) y Alberto Jaramillo (radio Onda Positiva) para empezar el show. El cantante ecuatoriano Gustavo Enrique fue el encargado de abrir, en su repertorio incluyó una canción que escribió para Lavoe. Acto seguido apareció en escena Yomo Toro con su cuatro (instrumento de cuerda) y al mismo tiempo Isidro Infante, que agradeció la concurrencia del público y dio paso a Adalberto Santiago, quien interpretó éxitos como La noche más linda y Bandolera.

Pantallas gigantes ubicadas a ambos lados de la tarima mostraban imágenes de los artistas en presentaciones con el Cantante de los cantantes y otras del show que se desarrollaba.

En una esquina debajo del escenario se encontraba Lesly Pérez, hija de Lavoe, apreciando el concierto. “Me alegra tanto ver jóvenes aquí y que sigan este género, que gusten aún de mi padre. Estoy agradecida con Ecuador por guardarle tanto cariño y manifestarlo de esta forma”, expresó conmovida.

El espectáculo continuó con Ismael Miranda interpretando éxitos como Todopoderoso, Vamos a reír un poco, Tú la tienes que pagar y a capela interpretó una parte de la canción Careta.

Cheo Feliciano le tomó la posta para cantar Todo tiene su final, con la que le rindió su tributo personal a “la memoria de mi buen amigo Héctor Lavoe”. Este tema puso a bailar a la gente que acudió con banderas, afiches, retratos e inclusive las gafas del salsero fallecido.

Feliciano compartió con el público su alegría porque este año está celebrando medio siglo de carrera musical.

Acto seguido interpretando la canción insigne de Lavoe, El cantante, salió al escenario Andy Montañez quien definitivamente se robó el show.

Su carisma y entrega lo convirtió en el más aplaudido de la noche. El tema Un verano en Nueva York fue el más bailado de la noche por los asistentes y también por él.

Montañez, a sus 66 años, demostró que su talento no es solamente en el canto sino también en el baile, pues acompañó a la perfección los movimientos de los dos bailarines que estaban en el escenario y al final cargó a la chica en sus brazos. El público deliró y no paraba de gozar y aplaudir.

En los recesos, en medio de las canciones, la gente gritaba “pillo, pillo”. El alacrán de la salsa contestaba: “por qué me dicen así, yo no soy pillo, yo soy buena gente”, y entre las risas empezó a cantar su tema Pillo buena gente. Para esta melodía invitó a escena al ecuatoriano Gustavo Enrique nuevamente quien lo ayudó con la letra.

A su llegada a Guayaquil Montañez contó a este Diario que desconocía el éxito de esta canción en el país y confesó no recordar la letra ya que hace un año y medio que no la cantaba. Sin embargo, tanta fue la insistencia del público que la cantó, equivocándose a ratos, pero sin dejar de agradar con su inquietante carisma y son.

Era el turno de El malo del Bronx, Willie Colón, quien tardó cerca de veinte minutos en aparecer luego de ser dos veces anunciado. En este tiempo de espera, Yomo Toro mostró su habilidad con el cuatro.

Durante el espectáculo no hubo venta libre de alcohol, según dijeron los organizadores por falta de permisos.

Apareció Colón, vestido con un terno gris y trombón en la mano, salió al escenario a interpretar temas como Juanito alimaña, El gran varón, Idilio. La demora había enfríado un poco al público.

Al final se vio juntos a los salseros Feliciano, Miranda, Santiago, Colón y Montañez que interpretaron La murga. El show se cerró pasada la media noche con un público que salió satisfecho.



Reportaje 2:

Viernes. La av. de las Américas, repleta de ruidos y muchedumbre. La gente se abría paso entre el tumulto formado por su propia vehemencia. La noche sería única, inolvidable. En años volverían sus oídos a ser testigos de un show que no necesitaba protocolos.

Los grandes éxitos de Héctor Lavoe alegraron hasta la madrugada.

Las horas no perdonaban. El público casi hacinado en el coliseo Voltaire Paladines Polo tampoco. Solo bastó que el concierto, planificado para las 20:00, tuviera minutos de retraso para que gritara. Y de pronto la luz se apagó.

Una figura apareció. Adalberto Santiago, boricua de nacimiento y de corazón, llevaba un documento llamado salsa que le sirvió de pasaporte para ir con la concurrencia, hacia un éxtasis prematuro. Sonaba en su voz La noche más linda y los gritos no se contuvieron.

Empezó el show. Antes, la orquesta All Star había puesto de antesala El rey de la puntualidad. En escena todo fueron luces de colores y movimiento acompasado de los músicos. En la pista y en los graderíos era la fiesta. La cadencia, como una fiera indomable, se apoderó de los pies y caderas de hombres y mujeres. Giros, balanceo de cintura, cruces de pies, era lo que se veía en cada mujer.
Cada quien era dueño de su cuerpo y lo movía con ritmo.

Ismael Miranda trajo consigo El todopoderoso, Vamos a reír un poco y con su traje negro hizo seguir esa liturgia de baile que el público por casi cuatro horas no abandonó.

La orquesta no calló. El sonido exquisito de las trompetas dejó que Cheo Feliciano con su grave voz resucitara a Lavoe con Todo tiene su final. El músico se dio tiempo para Ana Caona, de su repertorio.

El furor iba en ascenso y se disparó cuando salió el histriónico y bullanguero Andy Montañez. La gente estuvo feliz. No era para menos. El Cantante, Periódico de ayer, Un verano en Nueva York y su ya conocida Pillo buena gente mantuvieron el éxtasis e hicieron que las revoluciones del movimiento aumentaran.

Al llegar Willie Colón la intensidad había caído. El neoyorquino demoró en subir al escenario. Cuando apareció su gruesa figura, vestida de un terno gris, el público se encendió nuevamente. Pero la llama no fue la hoguera que hubo las dos horas y media anteriores.

Cantó las clásicas Juanito Alimaña, El gran varón, Idilio. La gente fue con el fin de divertirse. Y lo hizo. Ni las pequeñas fallas de sonido impidieron que el baile continuara, pero Willie se reivindicó. Tomó su trombón, invitó a Cheo, Adalberto y Andy y en conjunto cantaron La murga. Fueron los últimos 15 minutos de música que el público disfrutó al máximo.

Se alejaron del escenario. El público hizo lo suyo. Aquella comunión no se quedó encerrada en el escenario. En las mentes de los fanáticos aún reventaban como camaretas las canciones, la voz del sonero mayor, Héctor Lavoe.

Reportaje 3:
Hace 24 años, el Malecón de Guayaquil olía a urinario y en los cines de la ciudad se proyectaban películas norteamericanas clasificación B. La gente, como hoy, era rumbera. Y a ese Guayaquil vino a cantar un flaco cuya voz brillaba como un cáliz. Hoy, quince años después de la muerte de ese genio malcriado (aquella vez lo encerraron en el Cuartel Modelo por escándalo público), algunos de sus amigos más íntimos le rinden homenaje en el mismo recinto donde actuó: el Coliseo Voltaire Paladines Polo. Y la gente ha respondido, porque Héctor Lavoe fue pueblo.

Noche de mocasines blancos y vendedores que ofrecen, a un dólar y medio, cada botella de agua que han re/llenado en el baño. El público de pista golden se da cuenta de la mala inversión que hizo: se expidieron –que raro- demasiadas entradas para el espacio, y algunos ven el concierto como si viajaran en la Metrovía.

Después de que el salsero ecuatoriano Gustavo Miño abre el show con su versión de “Cali pachanguero” y un tema tributo a Lavoe, aparece sobre el escenario, como a las 21:00, Adalberto Santiago. Se ve bien, y ataca con dos muestras de la mejor “salsa brava” del homenajeado: “Aléjate” y “Bandolera”. Luego viene lo suyo. Primero, una sensible interpretación de “La noche más linda del mundo”, número de 1989 producido junto al maestro Isidro Infante, que ahora lo acompaña en el piano (un lujo para todos los salsómanos presentes). Con los ojos cerrados, Jorge Villavicencio, de treinta años, canta el estribillo que reza: “la nocha más linda del mundo, la he pasado yo contigo...”, mientras se aferra a la cintura de una morena. Después, un tema que Adalberto popularizó con Ray Barreto; explota “Quítate la máscara” y la gente se desquicia.

Hay banderas de Puerto Rico con el rostro de Lavoe por doquier. También se ven las de los maltrechos ídolos del astillero. En una pancarta se lee: “Chone con el sonero de la calle” y, en otra, algo sobre Portoviejo, ciudad donde el artista también actuó. “Allí lo vi”, dice Jorge García, de 52 años. Corrobora que la expresión “Ja, a papá” es un invento “lavoeiano”. La historia cuenta que cuando el sonero estaba actuando allá, alguien del público le ofreció un trago de caña. Al acercarse para recibirlo, su cadena de oro quedó colgando y una mano trató de arrancársela. El boricua se hizo para atrás y dijo: “Ja mijo, a papá”. Jorge sentencia: “he viajado expresamente para este concierto”.

Adalberto ha terminado y está en escena Ismael Miranda, de luto impecable (cargó el ataúd de su amigo). Suelta, acompañado por una orquesta llevada por el diablo, esa salsa gregoriana que afirma: “Todopoderoso, es el señor”, y la gente se entrega, manos levantadas, como en un misal evangélico. Luego, el salsero confunde Ecuador con Colombia y esa misma gente se lo reclama. De inmediato rectifica y saca de la galera otra joyita de Lavoe: “Vamos a reír un poco”. El público ríe y ya empieza a agenciarse mañas para comprar cariño etílico.

Llega el turno de la voz elegante de Cheo Feliciano. Entre el sahumerio de marlboros y belmonts esa voz robusta le da forma a un bolero: “De ti depende”. Luego, también, lo suyo: la gente goza con “El ratón” y entrega sus pies al frenesí de “Anacaona”. “Gracias por estar aquí, familia” expresa Cheo, antes de “Todo tiene su final”, otro hit de Héctor Juan Pérez Martínez, La Voz.

Durante cada una de las intervenciones, la orquesta ha sido acompañada por Yomo Toro, legendario cuatrista que acompañó a la Fania All Stars en algunos de sus conciertos más importantes. En cada solo parece devorar el instrumento. Su virtuosismo deja a la gente “seca”.

Sube al escenario Andy Montañez y, sin tregua, embiste con el tema insigne de Lavoe: “El cantante”. Ahora son muchas las gargantas que, como madera de aserradero, terminan raspadas por las palabras. Como para ganar por knock out, suelta “Periódico de ayer”. Un par de amigos cuarentones, encandilados por una clandestina redoma de aguardiente, hacen énfasis en su certera poesía: “¿qué te pasa, estas llorando?/tienes alma de papel/y como el papel aguanta todo/así mismo te traté”. El coliseo entero le pide a Andy su éxito actual, “Pillo buena gente”, y el sonero, después de jugar a esculcar los bolsillos de los músicos, complace al público.

Un solo de Yomo como preludio para la aparición de la leyenda. Willy Colón desgarra la sombra, y los célulares que filman parecen una cosecha de luciérnagas. Viste un terno de rotunda elegancia. Canta “Juanito alimaña” con toda la malicia, la calle necesaria. Le siguen “El gran Varón”, “Idilio” y “La murga de Panamá”. Le saca la madre al trombón y, preciso, regala la frase de la noche: “tengo un par de zapatos más viejos que la mayoría de ustedes. Sin embargo, conocen la música de Héctor. Eso demuestra todo”.

Oscar de Leon opina del Film El Cantante


D`León fue cuidadoso al opinar sobre el puertorriqueño Marc Anthony, quien fue vapuleado por la crítica local tras sus recientes actuaciones en Chile, y en relación a su papel como protagonista de la película "El Cantante", sobre la vida del cantante Héctor Lavoe.

"Lo que le pido a él es que haga todo lo posible por enmendar el error. Es un gran artista, es un muchacho. Y todos los muchachos cometemos errores, En relación a la película creo que se enfocó el lado malo todo el tiempo", dijo.

Preambulos del Homenaje en Guayaquil



Las ocasiones en que han tocado juntos en la Fania All Star son muchas. No las recuerdan con exactitud. Lo que nunca olvidan Willie Colón, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago y Yomo Toro es la amistad que tuvieron con Héctor Lavoe, el Cantante de los Cantantes, fallecido el 29 de junio de 1993.

Por eso, ellos y Andy Montañez, quien surgió de El Gran Combo, la otra “súper banda” puertorriqueña de salsa que surgió en la década del 60, rendirán un homenaje a su amigo Lavoe, hoy, desde las 20:00, con un concierto en el coliseo Voltaire Paladines Polo.

Ellos cantarán temas de Lavoe (quien en realidad se llamaba Héctor Juan Pérez Martínez) como “Juanito alimaña”, “Periódico de ayer”, “Todo tiene su final”, “El cantante”, “Triste y vacía” y otras.

Además interpretarán canciones de su repertorio como solistas durante el show, que tendrá a 28 músicos en escena, según anunció Tony Vera, uno de los promotores.

Colón, quien fue tercer trombonista de la Fania (que surgió en 1968), posiblemente cantará sus exitosas “Gitana”, “Asia”, “El gran varón” y otras; Cheo Feliciano aportará con su “Anacaona” y “Amada mía”; Andy Montañez con “Casi te envidio” y otras melodías, que contarán con el sonido del cuatro, el instrumento que toca el zurdo Yomo Toro.

Miranda y Santiago también se presentarán con sus inéditos durante el show salsero en homenaje a Lavoe.

Preambulo 2

Hoy en la noche Willie Colón, Adalberto Santiago, Cheo Feliciano, Andy Montañez, Ismael Miranda y Yomo Toro, con los arreglos musicales de Isidro Infante, recordarán el sabor borinqueño instaurado en Nueva York en los años setenta.

Todos, aunque algunos no directamente, estuvieron ligados a la música de quien es considerado el ‘mejor sonero’ del mundo: Héctor Juan Pérez Martínez, mejor conocido como Héctor Lavoe, Puerto Rico (1946-1993).
Lo recordarán en el denominado Tributo al cantante de los cantantes, que se llevará a cabo hoy a las 20:00, en el Coliseo Voltaire Paladines Polo (Av. de las Américas y J. F. Kennedy). Contarán con el acompañamiento de la orquesta puertoriqueña All Star.

Las coincidencias entre los intérpretes de esta noche no son gratuitas. Cada uno de ellos inclinó sus gustos musicales por la salsa, desarrolló gran parte de su carrera en Nueva York y todos proceden de Puerto Rico, a excepción de Colón, quien desciende de padres boricuas.

Willie Colón (68) fue quien más tiempo estuvo con Héctor Lavoe. Con 17 años, en 1967 se unió a él y formaron un dúo musical de alto nivel en la salsa. Aquel año grabaron el LP ‘El malo’.

Su enlace musical duró siete años. Hasta 1975 grabaron 10 discos. Pero las coincidencias ocurren en 1971, cuando ambos graban el LP ‘Asalto navideño’.

En ese disco colaboraron Yomo Toro, reconocido por la ejecución del cuatro (instrumento parecido a la guitarra de uso tradicional en Latinoamérica) e Isidro Infante, en los arreglos musicales.

Esta noche ambos integran la lista de soneros que rendirán tributo al ‘Cantante’.

Toro (75), por su parte, ya tenía fama. Desde los 15 años tocaba el cuatro de modo profesional y había integrado la agrupación los Cuatro Ases de Puerto Rico que, entre los años cincuenta y sesenta, alcanzó notoriedad en Estados Unidos con el género salsa.

Infante (55), por su parte, había colaborado con Tito Puente, intérprete de salsa y jazz latino.

En cambio, Cheo Feliciano, Ismael Miranda y Adalberto Santiago se toparon con ‘El cantante’ en la orquesta que fue emblema y que se creó junto al dueto Lavoe-Colón: el sello de la nueva música latina, La Fania.

El conjunto tuvo entre sus estrellas a Bobby Cruz, Wilfrido Vargas, Celia Cruz, Tito Puente, Rubén Blades, entre otros.

Andy Montañez es el único de los siete artistas que esta noche actuarán en el tributo que no fue cercano a Lavoe. Su carrera se desarrolló con El Gran Combo.

Con toda esta historia a cuestas, los artistas de origen puertorriqueño se presentarán hoy en el Voltaire Paladines Polo. Las puertas del escenario estarán abiertas desde las 17:00.

Las entradas aún están a la venta en los locales de Casa Tosi de Guayaquil. La general cuesta USD 21; tribuna, USD 31; VIP, 41; y, Golden box, 61.

Más de Lavoe
Esta noche a las 21:00 en la salsoteca Carlos Alberto cantará Freddy Barberán.
Él es conocido por imitar a Héctor Lavoe, en el físico y en la interpretación.
La salsoteca está ubicada en la Alborada, 10ma etapa, en el norte de Guayaquil

Concurso de graffitis en honor a ‘Héctor'


Los jóvenes artistas del Callao decidieron quitar el estigma de que los graffitis siempre están asociados a la delincuencia juvenil y con la colaboración del gobierno regional del Callao participarán en el concurso en homenaje a los 15 años de la muerte del cantante portorriqueño Héctor Lavoe. Ayer, un grupo de artistas dio inicio a esta competencia regional en el Callao.

La cita fue en el cruce de las avenidas Faucett y Tomás Valle, frente al aeropuerto Jorge Chávez. Hasta allí llegaron jóvenes como Luis Lozada (conocido como Dear) del grupo Pawam Crew. Él y sus compañeros realizaron un mural con la figura del salsero. El trabajo llevaba el nombre de una de sus canciones: "El rey de la puntualidad".

El vicepresidente regional, Víctor Albrecht, anunció que los participantes podrán inscribirse hasta esta semana. Se espera que concursen 150 jóvenes del Callao.

Se entregarán premios de cinco, tres y dos mil nuevos soles a los que ocupen el primer, segundo y tercer puesto, respectivamente.

Los grafiteros esperan promover su arte. La nota musical ayer la puso Víctor Muro.