Homenaje a Hector Lavoe en Ecuador



Como la inolvidable canción del homenajeado Héctor Lavoe ‘Todo tiene su final’, así es, y aunque los asistentes la cantaron, la bailaron, la disfrutaron como si fuera su estreno, el entusiasmo reinante era evidencia de que nadie quería ese final a pesar que eran las 4:30 de la mañana.

Sí, cuando ya asomaba la luz del día acalló con nostalgia el trombón de Willie Colón, quien con una fuerza impresionante fue dándole paso a Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago y el claro repicar del cuatro de Yomo Toro, para despedirse al son de ‘La murga’, de una de las noches, o mejor madrugadas, más increíbles para los salseros barranquilleros.

Y es que el concierto ‘Homenaje al Cantante de los Cantantes Héctor Lavoe’ pasó a esa página inolvidable que por siempre guardarán los adoradores de este género musical en la ciudad, de los mejores, si se tiene en cuenta que por un problema en el vuelo de la All Star Puerto Rico, el espectáculo tuvo un retraso de más de cinco horas y solo empezó a la una de la madrugada.

Pero la ocasión bien valía la pena, así lo aseguró y demostró todo el tiempo Nicolás Estrada, un joven cantante de salsa en estaderos y discotecas, quien llegó a las seis de la tarde ataviado de camisa de satín rojo, con pantalón y zapatos blancos, dispuesto a ‘tirar pase’ y por supuesto cantar a la par de sus idolatradas estrellas salseras, y rendir también su homenaje al ‘Rey de la puntualidad’, aunque por esta vez fue todo lo contrario.

Para los que estuvieron allí muy cumplidos esperando casi siete horas, soportando el calor de la noche, pero que igual aprovecharon para compartir y reencontrarse con los amigos, el concierto homenaje al Cantante de los Cantantes: Héctor Lavoe fue sencillamente sensacional, un espectáculo donde las estrellas invitadas se entregaron y dieron lo que pregonaron desde el mismo momento que llegaron a la ciudad: salsa.

La presentación comenzó hora y media después de la hora pautada con un sexteto cubano, luego subió al escenario Calle Latina, con su estrella un joven cantante con el mismo timbre de voz de Héctor Lavoe, quien encendió los ánimos de más de cinco mil personas que colmaron el estadio Romelio Martínez.

Pasadas las once de la noche, el empresario Alberto Sarmiento, quien hizo las veces de presentador y animador, anunció al público los motivos del retraso. En principio hubo rechifla, pero luego todo continuó normal con música salsera de fondo. A las 12 y 15 de nuevo hubo movimiento en el escenario, allí estaban ellos, saludaron al público y pidieron paciencia.

La noche ya pasaba a madrugada y una suave brisa trajo consigo la primera descarga salsera con el señor Adalberto Santiago, era la una de la mañana y cada espacio del estadio de pronto se vio convertido en el más grande estadero de gente sonriente bailando y pidiendo canciones de su extenso repertorio. En medio del goce dio paso a Yomo Toro, quien subió la temperatura con su templado y afinado cuatro.

El espectáculo continuó con el anuncio de que llegaba ‘El niño bonito de la salsa’, Ismael Miranda, y el trance fue total cuando escoge para empezar su presentación nada menos que ‘Todopoderoso’ y otros más como el bolero ‘Amor de la calle’, mientras el público lo animaba con ‘Caretas’ y luego con ‘María Luisa’.

Salsa era lo que se quería y esa sonaba a los cuatro vientos, sobre todo cuando aparece Andy Montañez y reafirma más el homenaje a Lavoe con una impecable interpretació n de ‘El cantante’ y ‘Periódico de ayer’. El artista mostró que sigue siendo un showman y un gran bailarín y como en sus años mozos dió clase junto a una pareja de salseros y luego se despidió con uno de sus grandes éxitos ‘Un verano en Nueva York’.

Luego, otro amigo de Lavoe y miembro de la Fania, Cheo Feliciano, continuó con el concierto interpretando ‘Anacaona’, con lo cual estalló de alegría a los que resistieron la larga noche para ver a estas estrellas de la salsa. Por supuesto que en su repertorio estuvo un bolero para descansar un poco, pero el público lo animaba y decía “el ratón, el ratón”, y enseguida los complació, como también se refirió en términos muy afectuosos a su amigo Héctor Lavoe y dejó escapar con todo el sentimiento una majestuosa interpretació n de ‘Todo tiene su final’.

Con su ‘familia’ entre los saludos, Cheo Feliciano le dio el turno a quien fuera la mano derecha de Lavoe, Willie Colón, y su inseparable trombón para empezar con ‘Juanito Alimaña’. Eran las cuatro de la mañana y la verdad, quienes estaban en el estadio no tenían ninguna intención de irse.

“Yo sé que Héctor está aquí con nosotros mirándonos esta noche o esta mañana. Para no-sotros y sé que para ustedes esto es algo grande, por eso sigamos la fiesta, esto es para ustedes”, dijo Colón, mientras pedía aplausos y saludaba al maestro Yomo Toro.

Eran muchos temas que gritaba el público, pero Colón se decidió por recordar la historia de ‘El gran varón’ y un gran remate con ‘Idilio’, en el que hubo un bello concierto de cinco trombones dirigidos por el maestro Isidro Infante de la All Star Puerto Rico, que según los salseros de la noche fue el mejor regalo para los sentidos.

Sin duda, las ocasiones en que han tocado juntos en la Fania All Star son muchas. No las recuerdan con exactitud. Lo que nunca olvidan Willie Colón, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Andy Montañez y Yomo Toro es la amistad que tuvieron con Héctor Lavoe, ‘El cantante de los cantantes’, fallecido el 29 de junio de 1993, así se vio en cada una de sus presentaciones, las que estuvieron acompañadas de videos en unas pantallas donde se pasaban momentos importantes en la vida de todos ellos.

Finalmente, todos los artistas presentes en el espectáculo se unieron con ‘La murga’, donde los cantantes tuvieron la oportunidad de improvisar y Colón se juntó con los otros tres trombonistas, para culminar así una inigualable presentación que sobrepasó las cuatro horas y tiene hoy a todos los salseros alienados y felices de poder ver, cantar y bailar con sus estrellas de siempre.



Reportaje 2:

El estallido de una turbina en el avión que traía a los músicos atrasó el espectáculo programado para la noche del sábado en el estadio Romelio Martínez.

Los barranquilleros demostraron que son el público más fiel, paciente y tolerante que tiene la salsa, no solo en el país sino en Latinoamérica.

La prueba la dieron la noche del sábado durante el concierto 'Tributo a Héctor Lavoe, tour suramérica 2008', que se celebró en el estadio 'Romelio Martínez' con la participación de las rutilantes estrellas salseras Willie Colón, Cheo Feliciano, Andy Montañez, Ismael Miranda, Yomo Toro y Adalberto Santiago, acompañados por la orquesta All Star de Puerto Rico bajo la conducción del pianista Isidro Infante.

El evento fue anunciado para las 7 de la noche del sábado, pero solo comenzó a la una de la madrugada del domingo debido a un retraso en el vuelo que debía traer desde Guayaquil (Ecuador) a Infante y los miembros de la orquesta.

Según explicó Alberto Sarmiento, el empresario responsable del espectáculo, los músicos no llegaron a tiempo debido a que en la mañana del sábado, cuando los artistas se encontraban a bordo de un avión listos para viajar a Barranquilla, estalló una turbina de la aeronave que trastocó el viaje.

"Tuvieron que aguardar un largo rato y abordar otro avión, luego esperar un nuevo plan de vuelo. Pero solo pudieron hacer conexión con Panamá y de allí a Cartagena. A Barranquilla llegaron por tierra con el enorme retraso", precisó el productor del evento.

El escenario estaba colmado desde las 4 de la tarde por unas 15 mil personas, que se hicieron presentes para admirar, aplaudir y bailar a sus ídolos musicales de todos los tiempos.

La angustiante espera, no obstante, no alteró el ánimo de la gente que supo comprender las explicaciones dadas por Sarmiento.

En eventos similares, particularmente los que presentan a artistas del ritmo vallenato, una situación de estas características hubiese generado protestas y desmanes por parte del público, tal como ha sucedido en varias oportunidades.

"Gracias a Dios contamos con un público maduro, tranquilo y consecuente, para el que valió la pena esperar y disfrutar de un show que estaba garantizado", manifestó por su parte Jesús Anturi, encargado de las comunicaciones del evento.

En efecto, la gente aguardó pacientemente la llegada de los músicos disfrutando videos de Héctor Lavoe presentados en dos pantallas gigantes ubicadas a lado y lado del escenario central.

El concierto arrancó a la una de la madrugada con la presentación de Adalberto Santiago, el sonero puertorriqueño que hizo época al lado del inolvidable Ray Barreto, y quien fue recibido con una atronadora ovación.

Aléjate de mi, La noche más linda del mundo, Quítate la máscara, éxitos con los que ha brillado en el ambiente musical salsero, abrieron su show.

Luego siguió Ismael Miranda, el catalogado 'Niño bonito de la salsa', que interpretó el primer disco homenaje a Héctor Lavoe: Vamos a reir un poco.

Andy Montañez, uno de los soneros duros del salserísimo ritmo afroantillano, saltó al escenario con El Cantante, el clásico que el panameño Rubén Blade compuso en honor a Lavoe.

El ex Gran Combo, ídolo indiscutible de los barranquilleros, se echó al público al bolsillo con Periódico de ayer, también de Lavoe, y remató su actuación con otro clásico, Un verano en Nueva York, que puso a delirar a los asistentes.

Cheo Feliciano, otro de los consentidos de los salseros de la ciudad, presentó con su acostumbrada cadencia, Anacaona, Todo tiene su final, Periódico de ayer ( ambas de Lavoe) y su éxito El Ratón.

"Ustedes han sido muy benévolos por esperar tan pacientemente y sin sobresaltos esta tardanza involuntaria. Les agradezco y los considero como el mejor público salsero que he visto", manifestó el llamado 'Niño mimado de Puerto Rico'.

El espectáculo lo cerró a las 3 de la madrugada Willie Colón, otro de los íconos más admirados de la salsa.

Juanita Alimaña, de Lavoe, y el cubano Idilio, estuvieron en su repertorio. A esa hora y a pesar de la demora, el público seguía bailando y gozando. Vale destacar que la presentación de cada uno de estos soneros estuvo acompañada por Yomo Toro, el afamado músico puertorrirqueño quien mostró sus habilidades con las cuerdas del Cuatro, el instrumento típico por excelencia del folclor musical de la Isla del encanto.

Barranquilla reeditó ayer sus blasones de capital salsera de Colombia, no solo por el respaldo al evento sino por el compartimiento de la gente. Fue la primera ciudad del país por la que se inició el 'Tour suramérica en homenaje a Héctor Lavoe', que llegará a Bogotá en septiembre próximo dijeron los promotores.

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